El Crozzon di Brenta con sus 3118 metros sobre el nivel del mar, representa una de las cimas más características e importantes de los dolomitas de Brenta.
Es un gran pilar que se alza al norte de su hermana mayor la Cima Tosa presentando una estructura muy simple, formado por dos únicas paredes verticales espuestas al noreste y al oeste, en cuya unión forman un gran espolón de cerca de 900 metros.
Se encuentra justo en frente del refugio Maria e Alberto ai Brentei, desde donde se puede contemplar una espectacular vista de su pared noreste donde se concentra su mayor valor alpinístico.
En su cima se encuentra el pequeño vivac Ettore Castiglioni, donde se puede dormir si no da tiempo a emprender la bajada de día, ya que el descenso desde su cima es largo y expuesto.
La primera ascensión fue realizada, tras diversas tentativas, el 8 de agosto de 1884 por Karl Schulz y Matteo Nicolussi por el recorrido que hoy en día se usa como vía de descenso.
Approach
El punto de partida más recomendables para su ascensión es el refugio Brentei (2182m) ya que se encuentra justo frente a sus paredes, del otro lado del valle.
A este refugio se accede desde Madonna di Campiglio (1515 m) en coche (acceso restringido) o autobús hasta el refugio Vallesinella (1513 m) y después a pie por el sendero 317 hasta el refugio Casinei y desde este por el sendero 318 hasta el refugio Brentei. 2 o 3 horas con cerca de 700 metros de desnivel positivo.
Otra alternativa, algo más cara (11? pax en julio de 2012) para evitar el desnivel es tomar el telecabina Grosté hasta el rifugio Stoppani (2438 m), seguir el sendero 316 hasta el rifugio Tuckett (2273 m). Desde este, tomar el Sentiero del Fridolín (328) que desciende hasta una bifurcación donde continuaremos hacia nuestra izquierda por el Sentiero Bogani (318) que nos deja en el Rifugio Brentei.
Desde el Brentei, las paredes del Crozzon quedan justo en frente, así que el camino de aproximación es evidente. Hay que cruzar el valle y aproximarse a buscar el pie de vía. (1 hora)
